8.11.07

Mis series favoritas: Six feet under (II)


En 3 semanas me he comido las 5 temporadas de la serie de culto "A dos metros bajo tierra". Cuando tan sólo había visto media temporada me atreví a escribir que era una de mis series favoritas y la recomendé a todo el mundo.

Siempre tengo la sensación de que una película, un libro, un programa de televisión... te gusta no sólo por lo que es, sino por lo que significa para cada uno. Esta serie la recordaré en el pequeño e incómodo sofá de mi casa, acoplada con Marc y envuelta en mi manta verde. Viendo 4-5 capítulos del tirón, hasta quedarme dormida y... viendo los capítulos que Marc ha visto sin mí por la mañana. Comentando las tramas abiertamente y silenciosamente, comparando sus experiencias con las nuestras.

Los personajes y el guión es posiblemente lo que más destaca todo el mundo de esta serie. Los diálogos son frescos y naturales (es graciosos ver como en V.O todos los personajes excepto Ruth meten un fuck o shit cada dos palabras. En España, los dobladores se comieron todas las palabrotas cosa que provoca que los personajes sean más planos y superficiales). Y Los silencios, llenos de significado. De hecho, en esta serie es casi más importante lo que se deja por decir, que lo que se dice, la diferencia entre lo que piensan y lo que expresan. Todo eso te hace sentir como si estuvieses en un rincón de la cocina de los Fisher, observando como sus vidas atraviesan momentos duros y momentos divertidos.

Porque de momentos divertidos hay muchos. Es una serie que te ríes mucho! Claire, por ejemplo es muy divertida cuando va colocada, o también el intento de Ruth por hablar de sexo con sus hijos, sin olvidar por supuesto los momentos oníricos, en los que los personajes se creen estar ne un musical.

El tempo de la serie es cinematográfico. En una serie convencional las acciones ocurren atropelladamente, se crean los detonantes artificiosamente. En "A dos metros..." las cosas fluyen. Van pasando, como en la vida (aunque concentradas, claro...)

No puedo dejar de comentar que al principio de cada capítulo se ve la muerte de alguien (la persona que después irá a la funeraria Fisher) y es divertido intentar adivinar quién será el muerto y de qué forma morirá. Van alternando muertes naturales con muertes provocadas, muertos de todas las edades, muertes insólitas, divertidas, gores, trágicas, estrañas... La verdad es que el tratamiento de la muerte en esta serie te hace plantear muchas cosas: dejar arreglada tu herencia, dejar por escrito que tipo de funeral quieres, y que todo camino tiene su final.
Y el final... el final es una obra maestra. Es estraño que en una serie, el final cumpla las espectativas creadas durante 5 largos años. Pero Alan Ball lo consigue... y deja a todo el mundo más que contento. El desenlace dicen que va a pasar como los mejores 6 minutos de la historia de la televisión. Yo no lloré. Sollozé. Exploté de pena, alegría, alivio, y satisfacción.

Moraleja: regálatela estas navidades.